GLADYS CABRERA LÓPEZ

Coordinadora de Confiabilidad, Normalización y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional

Existen diversas opiniones en torno a la mujer y la vida laboral, por ejemplo, se comenta que la maternidad y la vida profesional no son del todo compatibles; también hemos escuchado que hay carreras que son exclusivas para hombres y otras solo para mujeres; otros más comentan que los negocios exitosos son aquellos que tienen a la cabeza a un hombre. Asimismo, existen estereotipos respecto a la personalidad de la mujer en el entorno laboral, que si somos biológicamente inferiores por nuestras características físicas, si somos sumisas y pasivas, si somos viscerales, temerosas, etc., pero la realidad es que la mujer es tan fuerte, tan inteligente, tan audaz, tan capaz y tan valiente como ella lo decida, basta echar un vistazo a la historia para darnos cuenta que han existido, existen y existirán mujeres, que han cambiado y seguirán cambiando la historia.

Que decir de Marie Curie quien trazó el camino para el avance de la física moderna; o Rosalind Elsie quien tuvo una contribución crucial para el descubrimiento de la estructura del ácido desoxirribonucleico (ADN); y Ada Lovelace, con el desarrollo del primer algoritmo con capacidad para ser procesado por la máquina analítica creada por Charles Babbage. Por cierto, cabe destacar que, a partir de 2009, el segundo martes de octubre se celebra el Día Internacional de Ada Lovelace, en conmemoración de los logros alcanzados por las mujeres en campos como tecnología, ciencia, ingeniería y matemáticas.

Es así que cada día somos más las mujeres que hemos sido educadas y nos desempeñamos en el área STEM, por sus siglas en inglés: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

Soy Gladys Cabrera, si tuviera que describirme con pocas palabras, usaría las siguientes: mujer, mamá, hija y profesionista. Comparto mi caso, decidí estudiar la carrera de Ingeniería Eléctrica en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica del Instituto Politécnico Nacional (ESIME-IPN). Cómo olvidar mi primer día de estudiante en la carrera de ingeniería, en donde era la única mujer en un grupo de 35 hombres, y el último, en donde nuevamente era la única mujer egresada de una generación de 80 hombres; en aquel momento no imaginaba que ese escenario lo vería repetido constantemente en mi futura trayectoria laboral.

Desde entonces, han pasado 14 años en donde he tenido la oportunidad de colaborar en distintas instituciones del sector eléctrico, tanto públicas como privadas y hay un patrón común, la poca presencia y en algunos casos la ausencia de mujeres en la mesa de los tomadores de decisiones.

Actualmente me desempeño como Coordinadora de Confiabilidad, Normalización y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional en la Comisión Reguladora de Energía (CRE), liderando un equipo de nueve brillantes y talentosos ingenieros, cuya contribución al desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional es invaluable.

Con orgullo reconozco que el encargo que tengo hoy en día ha sido resultado de una suma de esfuerzos, compromisos y anhelos propios y colectivos.

Propios porque, desde que comencé a colaborar en el sector eléctrico, un sector en donde predomina la participación masculina, me propuse crecer, y es así como, a pasos cortos pero firmes lo he ido logrando; no obstante, no debo dejar de lado el apoyo, confianza e impulso que he tenido primero por parte de mis padres, mi hermana, mi esposo, y ahora de mi pequeño hijo. Asimismo, a lo largo de mi trayectoria laboral, he contado con votos de confianza de líderes que han creído en mi capacidad y me han delegado mayores responsabilidades, las cuales me han permitido crecer, fortalecerme y hacerme de un nombre en el medio.

Creo que es momento para que los liderazgos en el sector sean compartidos, como mujer, nos toca tendernos la mano para ir subiendo juntas, para que cada vez seamos más; por su parte, a los hombres les toca hacer conciencia sobre las ventajas que la diversidad trae a una organización y a la sociedad en general.

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Con orgullo reconozco que el encargo que tengo hoy en día ha sido resultado de una suma de esfuerzos, compromisos y anhelos propios y colectivos.

Propios porque, desde que comencé a colaborar en el sector eléctrico, un sector en donde predomina la participación masculina, me propuse crecer, y es así como, a pasos cortos pero firmes lo he ido logrando; no obstante, no debo dejar de lado el apoyo, confianza e impulso que he tenido primero por parte de mis padres, mi hermana, mi esposo, y ahora de mi pequeño hijo. Asimismo, a lo largo de mi trayectoria laboral, he contado con votos de confianza de líderes que han creído en mi capacidad y me han delegado mayores responsabilidades, las cuales me han permitido crecer, fortalecerme y hacerme de un nombre en el medio.

Creo que es momento para que los liderazgos en el sector sean compartidos, como mujer, nos toca tendernos la mano para ir subiendo juntas, para que cada vez seamos más; por su parte, a los hombres les toca hacer conciencia sobre las ventajas que la diversidad trae a una organización y a la sociedad en general.

Un desafío al que me enfrentado como mujer en la industria eléctrica, es el que mi voz sea escuchada y valorada, porque a veces la misma opinión en boca de una mujer y un hombre no tiene el mismo valor y efecto; esto lo he superado a base de perseverancia e insistencia, seguridad, sustento en mis palabras y lo más importante, creer en lo que estoy diciendo, para que los demás también lo hagan.

Mi consejo para las mujeres que buscan ingresar a este sector, es que lo primero que se debe hacer es prepararse, estudiar, alimentar la mente y el espíritu, confiar en sí mismas y tener fijo el objetivo que se persigue. Asimismo, acercarnos con mujeres que admiramos para compartir nuestras experiencias me parece que es crucial, quizá la situación por la que yo estoy pasando, ella ya la paso y su voz puede ser una guía para facilitar el camino.

Considero que la mejor iniciativa para fomentar la igualdad de género se lee claramente en el lema elegido para conmemorar el Día Internacional de la Mujer 2024: “Invertir en las mujeres, acelerar el progreso”. De acuerdo con ONU Mujeres (la organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres), lograr la igualdad de género es más vital que nunca; garantizar los derechos de las mujeres y las niñas en todos los ámbitos de la vida es la única forma de asegurar el desarrollo sostenible.

Por otra parte, como sabemos, México está en un momento histórico, ya que por primera vez tendremos a una mujer Presidenta de la República. Como mujer es un orgullo y es una señal de que, aunque a pasos cortos, la sociedad va madurando y aceptando que la mujer está preparada para asumir grandes responsabilidades y retos; deseo que este hito coadyuve a México a avanzar a pasos agigantados en materia de equidad de género, en todos los aspectos.

Finalmente, retomo la frase de Marie Curie “Me enseñaron que el camino del progreso no era rápido ni fácil”; agrego, que para las mujeres sigue sin serlo.