PRISCILLA ZOZAYA

Jefa de Asuntos Gubernamentales México, Centroamérica y el Caribe, SIEMENS ENERGY

La transformación del sector energético en México es impulsada, no sólo por avances tecnológicos y regulaciones innovadoras, sino también por un cambio cultural profundo. La incorporación de las mujeres en roles clave dentro de esta industria la puedo calificar como una estrategia inteligente que está demostrando ser un catalizador para la innovación y el crecimiento sostenido.

La diversidad y la inclusión nos hace más fuertes, más creativos, lo cual nos lleva a ser más competitivos. El integrar diferentes perspectivas y habilidades nos invita a pensar “fuera de la caja” y por ende crear nuevas soluciones y/o tecnologías que nos demanda el mercado. En México, donde el sector energético está en constante evolución, la diversidad de género puede ser un catalizador para la innovación que tanto necesitamos.

Por ejemplo, estudios han demostrado que equipos diversos tienen un 35% más de probabilidades de superar a sus homólogos menos diversos. En México, aproximadamente el 16% de la fuerza laboral en el sector energético está compuesto por mujeres. Esta cifra abarca la industria extractiva, de energía y electricidad, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) actualizados a junio de 2022. Las mujeres traen consigo una capacidad para abordar problemas desde diferentes ángulos, fomentar la colaboración y crear un entorno de trabajo más inclusivo y motivador.

A las mujeres que están considerando una carrera en el sector energético, les diría: ¡Atrévanse! La industria está en un momento de cambio y necesita voces diversas y perspectivas frescas. No subestimen el valor de su contribución. Prepárense, capacítense y busquen mentores que puedan guiar su camino. La resiliencia y la perseverancia son clave, pero también lo es la pasión por contribuir a un sector que es fundamental para el desarrollo económico y social de nuestro país.

Este sector también es nuestro, es de todos, las “etiquetas” con las que muchas crecimos (no son trabajos muy “femeninos”, ¿segura que puedes?, ¿Cómo le vas a hacer cuando te cases?, ¿Qué va a decir tu esposo de que trabajas en un mundo de hombres?) las estamos diluyendo. Es normal tener miedo, todos lo tenemos, pero es más normal ver más mujeres dentro del sector, contribuyendo, operando y liderando, grandes empresas tecnológicas, abriendo lugar a la inclusión y eliminando estereotipos. Necesitamos más mujeres valientes que estén dispuestas a romper barreras y crear nuevas reglas, donde la brecha de género no exista.

Desde cada una de nuestras canchas debemos comprometernos con la inclusión y la eliminación de estereotipos. Además, el sector energético en México está en una fase de transformación, y la participación femenina es crucial para alcanzar los objetivos.

Los esfuerzos que las empresas realicen por realmente incluir a las mujeres dentro de la vida laboral deben ser a todos niveles y también poder fomentar planes de vida y carrera para ellas. La cultura organizacional de la empresa debe tener bases sólidas de iniciativas y programas que fomenten la igualdad de oportunidades para todos sus colaboradores, basadas en un ambiente de trabajo seguro, capacitación continua, grupos de apoyo, planes de crecimiento y salarios parejos.

Además, es crucial fomentar las STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) entre niñas y adolescentes. Desde Siemens Energy México, impulsamos la inclusión organizando eventos como el “Hackathon de Niñas con Energía” y el “Innovaton Challenge” para estudiantes universitarios, en los que buscamos inspirar y empoderar a las jóvenes a seguir carreras en el sector energético. Estas iniciativas son esenciales para atraer y retener talento diverso.

Para asegurar que todas tengamos oportunidades de desarrollo empresarial, es esencial trabajar en conjunto. Las empresas, los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales deben colaborar para crear un entorno donde la igualdad de género no sólo sea un objetivo, sino una realidad tangible.

Ese trabajo empieza desde lo individual, en la casa, en la escuela, en la oficina, en el día a día. A través del ejemplo, abramos igualdad de oportunidades para niñas y niños, creemos programas de desarrollo inclusivo sin etiquetas ni estereotipos, invitemos a las niñas a ser ingenieras y a los niños a ser maestros.

Cambiemos el lenguaje con el cual nos expresamos, enseñemos que la infancia de nuestra sociedad tiene los mismos derechos para acceder a las mismas oportunidades.

Como líderes debemos comprometernos con la educación y el desarrollo inclusivo desde las etapas más tempranas. Colaborando con instituciones educativas y organizaciones no gubernamentales para promover carreras STEM entre las niñas y jóvenes, asegurando que tengan las herramientas y el apoyo necesario para prosperar en el sector energético.

Me siento profundamente afortunada de pertenecer a Siemens Energy, desde que llegué me quedaron claras las prioridades de la empresa: hacer día con día un lugar de trabajo inclusivo, donde las opiniones, ideas y proyectos valen por sí mismas y no por el género que las proponga. Construimos una cultura de igualdad e inclusión, donde sabemos que la diversidad hace la fuerza. En este tiempo y bajo el liderazgo de la empresa, he comprendido que el compromiso a estos ideales debe ser de todos como equipo, rompemos las barreras y creamos de un mejor futuro para todos, hoy.