LETICIA HERNÁNDEZ SOTO

Gerente de Operaciones de Fibra Óptica, CFE Telecom

LA DIVERSIDAD DE GÉNERO:

CLAVE PARA LA TRANSFORMACIÓN DE LA INDUSTRIA ELÉCTRICA MEXICANA

En un ambiente cambiante, derivado principalmente por características demográficas y el momento en México de la relocalización de las cadenas de suministro, me parece que la industria eléctrica mexicana se enfrenta a desafíos que exigen innovación y crecimiento sostenido. En este contexto, la diversidad de género se convierte en un factor crucial para impulsar estos objetivos, aportando nuevas perspectivas y enriqueciendo el proceso de toma de decisiones.

La inclusión de mujeres en todos los niveles de la industria contribuye significativamente a la innovación, la mejora en la toma de decisiones y un desempeño general más robusto. Al fomentar un entorno de trabajo más inclusivo y positivo, no solo se beneficia a los empleados, sino también a la organización y a la sociedad en general. Equipos de trabajo diversos son más competitivos y productivos, y la eliminación de barreras basadas en el género permite aprovechar al máximo el talento y las capacidades de todos los recursos humanos de una empresa.

No obstante, el camino para las mujeres en esta industria no está exento de desafíos, recuerdo mis primeros años en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), cuando, recién egresada, me enfrenté a un entorno predominantemente masculino. La equidad de género no era un debate prioritario en ese entonces, y la aceptación de mujeres en roles técnicos y de liderazgo era limitada. Sin embargo, a través de la capacitación constante y un firme compromiso con el desarrollo técnico, se me permitió crecer dentro de la empresa.

Mi pasión por asumir retos y la responsabilidad de proyectos estratégicos me ayudaron a superar las posibles barreras. Estas experiencias no solo fortalecieron mi carácter, sino que también me enseñaron la importancia de la empatía y la humanidad en la gestión del personal a mi cargo.

Creo firmemente que la clave para el éxito radica en la preparación continua y en la toma de decisiones informadas y justas en beneficio de la empresa.

A las mujeres que consideran ingresar a este sector, les recomendaría que se preparen en todos los aspectos y no se dejen intimidar por la percepción de que, por ser mujeres, su camino será más difícil. Los obstáculos y retos suelen tener una carga de auto imposición que en nada abona a las barreras y brechas de género ya existentes. La honestidad, la seriedad y el compromiso son fundamentales en cada etapa de su carrera. Este sector necesita personas capaces al frente, sin importar su género, y estoy convencida de que, con determinación y esfuerzo, las mujeres pueden y deben liderar en esta industria.

Para fomentar la igualdad de género, es esencial implementar iniciativas que promuevan un entorno laboral inclusivo y más equitativo. La transparencia debe ser el punto de partida, asegurando que los procesos de selección y promoción se basen en el mérito y que no hay sesgos en beneficio de los hombres de la industria. Es crucial que las empresas abracen la diversidad en sus equipos de trabajo y garanticen la presencia de mujeres en todos los niveles de liderazgo. Para lo anterior las cuotas de género son un mecanismo que debe ser abordado con seriedad y profesionalismo para evitar que resten a la causa de la diversidad de género. Este tipo de herramientas deben buscar la igualdad de oportunidades y un terreno parejo en el proceso más que en el resultado en sí. Además, es muy importante contar con programas de mentoría y desarrollo profesional para apoyar el crecimiento de las mujeres en la industria y generar espacios que permitan aportar a este relevante debate.

Otro tema que es imprescindible revisar es el del empoderamiento de mujeres en el ámbito laboral y económico. Esto no solo es una cuestión de justicia, sino también una estrategia inteligente para mejorar los resultados comerciales y económicos de las empresas. Es necesario dirigir recursos hacia la diversidad de género, estableciendo metas claras en la contratación y diseñando planes de carrera que faciliten la progresión de las mujeres dentro de las organizaciones. Las políticas de retención, que incluyen la flexibilidad laboral y el apoyo a la conciliación familiar, también juegan un papel fundamental en este reto.

El acceso equitativo a la educación es otra pieza clave para cerrar la brecha de género en la industria energética. Es vital que desde las primeras etapas de formación académica se promueva la inclusión de niñas y mujeres en carreras relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM). Esto puede lograrse a través de programas específicos en colaboración con escuelas y universidades, así como mediante becas que ayuden a superar las barreras financieras que muchas mujeres enfrentan. Además, es importante desafiar los estereotipos de género en estas áreas a través de campañas de comunicación asertivas.

Finalmente, para garantizar que todas las mujeres tengan oportunidades de desarrollo empresarial, es crucial que trabajemos juntos en la implementación de políticas inclusivas y programas de capacitación y mentoría. Es sólo a través de un esfuerzo conjunto y comprometido que podremos asegurar un entorno empresarial más equitativo, sostenible y exitoso para todos. Esto incluye avanzar en la igualdad de oportunidades y de trato entre hombres y mujeres, integrando la perspectiva de género en todos los niveles de la gestión empresarial y garantizando la igualdad de retribución para trabajos de igual valor.

Finalmente, para garantizar que todas las mujeres tengan oportunidades de desarrollo empresarial, es crucial que trabajemos juntos en la implementación de políticas inclusivas y programas de capacitación y mentoría. Es sólo a través de un esfuerzo conjunto y comprometido que podremos asegurar un entorno empresarial más equitativo, sostenible y exitoso para todos. Esto incluye avanzar en la igualdad de oportunidades y de trato entre hombres y mujeres, integrando la perspectiva de género en todos los niveles de la gestión empresarial y garantizando la igualdad de retribución para trabajos de igual valor.

En conclusión, la diversidad de género no es solo una cuestión de justicia; es una estrategia esencial para el crecimiento y la innovación en la industria energética. La inclusión y empoderamiento de las mujeres no solo mejoran los resultados empresariales, sino que también contribuyen al desarrollo de una mejor sociedad.

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