
Dra. Ma. Angélica D. Sieiro Noriega
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Directora General de COI Administración Pública y Privada desde el 2012, en donde ha dirigido diversos proyectos de Consultoría, Capacitación, coaching y certificación de competencias para el sector público y privado enfocándose a la preparación de líderes y equipos de alto desempeño en las organizaciones. Ocupó la Vicepresidencia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría 2015-2018. Galardonada con el “Micrófono de Oro” en 2017 por la Asociación Nacional de Locutores de México y el Premio Nacional de Locución 2018 con la medalla al mérito “Dolores Ayala”.
Liderazgo y resiliencia organizacional, factores claves de la industria presente y futura
El contexto BANI* y la llegada de la llamada industria 5.0 que hoy tenemos frente a nosotros, obliga a centrar la visión de las organizaciones en el talento humano; ello, conlleva a referir a la industria resiliente, a la creatividad como pieza clave del desarrollo de las personas y por ende, a buscar incrementar la eficiencia de las organizaciones; es también tener presente lo importante que resulta la adecuada asignación de tareas a la persona en el ejercicio de un rol debidamente definido.
*BANI: Concepto acuñado por Jamais Cascio por las iniciales de Brittle, Anxious, Nonlinear e Incomprehensible
En la actualidad, es un imperativo participar para gestar una sociedad más inteligente poniendo énfasis en las innovaciones tecnológicas pero dándole especial atención a la innovación, al pensamiento disruptivo, a la convivencia de las personas con los llamados robots, a la inclusión, a la comunicación multigeneracional, al empoderamiento de los equipos de trabajo, al contar con un ambiente de control actualizado y vigente, así como a la flexibilidad, el cuidado al planeta y sobre todo, priorizando el respeto y conservación del medio ambiente.
En ese marco de puntos clave de atención, por así llamarlos, en los programas de desarrollo del talento humano, el fortalecimiento de las habilidades blandas ya no debe ser opcional para las empresas. La certificación de competencias que constate que las personas cuentan con esas habilidades es un compromiso de las empresas para con las personas que en ella colaboran deben considerar.
En las últimas décadas se ha hablado de la resiliencia referida a la persona; sin embargo, hoy tenemos que nombrar la resiliencia en las organizaciones como una condición necesaria para responder a las necesidades de adaptación que el contexto referido demanda. Lo anterior, implica asumir el compromiso para diseñar y materializar acciones específicas que brinden espacios de desarrollo, en los cuales, insisto, la creatividad y la innovación estén presentes, pero sobre todo, donde las personas colaboradoras encuentren las condiciones o espacios de desarrollo que les brinden seguridad y certeza motivándolos a que, de manera entusiasta y comprometida, pongan su máximo empeño para alcanzar las metas y objetivos.

Generar fidelización hacia la organización es todo un reto; contar con visión definida y sobre todo con procesos documentados, ambientes de control o sistemas de calidad que encaminen el quehacer diario hacia alcanzar esa visión definida, es entonces tarea impostergable para las empresas. La capacitación en la atención de errores, la administración de riesgos, la capacidad de respuesta, planes emergentes y de continuidad, el manejo de conflictos con técnicas de PNL y trabajo colaborativo, así como la incorporación de técnicas y herramientas de innovación y creatividad serán facilitadores de dicha tarea.
Si hablamos de resiliencia organizacional, pero además si la queremos entender como una ventaja competitiva, no podemos omitir hablar del tipo de liderazgo que hoy debemos buscar para los equipos de trabajo. La autogestión y la autoorganización son condiciones indispensables sobre las cuales debe ejercerse el liderazgo. Las personas lideres deben acompañar el desarrollo de las habilidades blandas que ya mencionamos, deben amar a los miembros de sus equipos de trabajo, entendiendo amar como esa gran inspiración que mueve hacia la ejecución con un gran espíritu aventurero y cargado de emoción por lograrlo.

Mucho se lee que la rotación de las personas trabajadoras responde hoy en gran medida a los malos liderazgos; sin duda como factor de riesgo psicosocial es determinante para generar entornos laborales saludables y si estamos hablando de la importancia de la resiliencia organizacional debemos señalar que es tarea de quienes lideran el facilitar que sea una realidad.
De igual manera, la definición de las competencias ideales de quienes están al frente de los equipos incluyendo las habilidades referidas, deben estar claramente definidas desde la integración de un perfil descripciones perfiles de puesto y por ende contenida en los planes y programas de capacitación.


Ahora bien, las características de los líderes en la industria 5.0, deben enfocarse a la creación de esos espacios de desarrollo con componentes de colaboración y compromiso. Ambientes colaborativos entre cobots* y personas teniendo especial cuidado en el manejo emocional de quienes integran a la organización, así como en la definición de las bases sobre las cuales deben integrarse y gestionarse dichos espacios, sin que ello implique olvidar que los propios lideres son seres emocionales.
*cobots: Son robots colaborativos que sirven para automatizar procesos industriales trabajando codo a codo con las personas.
No es en vano que muchas empresas estén ya incorporando programas específicos focalizados a trabajar en la resiliencia de las personas y en el manejo de la llamada agilidad emocional.
Cito a Rosalinda Pizarro Santos quien en un artículo publicado en la red global de mentores refiere las habilidades del liderazgo 5.0 que encuentro alineadas a lo hasta aquí señalado.
- Habilidad para crear redes de colaboración entre personas y cobots.
- Enfoque a los resultados, logrando distinguir entre las actividades repetitivas que pueden realizar los cobots y las que aportan valor que desarrollan las personas.
- Capacidad para establecer metas compartidas por los equipos conformados por personas y cobots.
- Enfoque al cliente, en esta revolución humana como se llama también a la industria 5.0, el enfoque es en la persona, también en el cliente. El líder debe ser sensible a las expectativas del cliente.
- Capacidad para crear propuestas de valor a partir del trabajo colaborativo entre personas y cobots.
- Capacidad para establecer metas compartidas y colaborativas.
- Habilidad para actuar de forma incluyente, ya que el reto es cada vez mayor, personas con distintas habilidades, de distintas generaciones, de distintas orientaciones sexuales, con discapacidad y robots colaborativos.
Lo dicho hasta ahora nos obliga a seguir rompiendo paradigmas y en ese camino, revisar el cómo estamos integrando nuestros programas de formación; si bien tenemos planes y programas de capacitación, muchos de ellos ni siquiera cumplen con lo determinado por la autoridad normativa en nuestro país. Así, en la práctica, nos encontramos con planes y programas deficientes en los cuales canalizamos recursos sin ni siquiera cumplir con los requisitos mínimos solicitados por la autoridad como son el alineamiento a las competencias laborales y sobre todo el impulso a la productividad.
Personas líderes-coaches saludables y resilientes, espacios inteligentes y colaborativos, acciones que permitan promover el sentido de pertenencia, optimización de los procesos considerando la convivencia personas-cobots, compromiso y fidelización, gestión de cambios que el contexto nos demanda atendiendo los factores de riesgo psicosocial y re-priorizar los planes y programas de capacitación enfocados a la certificación de las competencias son elementos claves encaminados a mantener e incrementar la eficiencia y productividad de las empresas, pero sobre todo para atender el reto que hoy el contexto nos pone delante.