PANEL 5 

Fecha: Sábado 29 de octubre 2022

Mtra. Diana Guzmán Torres – Directora de Políticas de Mitigación al Cambio Climático, SEMARNAT | Mtro. Javier García Osorio | Director de Movilidad y Transporte, CONUEE 

Director del programa: Carlos Ruschke Vicepresidente Mesa Directiva CANAME

Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica 

Mtra. Diana Guzmán Torres 

Directora de Políticas de Mitigación al Cambio Climático, SEMARNAT 

Esta estrategia surge con el acuerdo de París en 2015 durante la COP21, en la que 196 países incluido México, se comprometieron a limitar el calentamiento mundial por debajo de 2°C (preferiblemente a 1.5°C) en comparación con los niveles preindustriales. Esta fue la primera vez que se lanzó la “Declaración y llamado a la acción de París sobre la movilidad eléctrica y el cambio climático” para aumentar la penetración de la tecnología eléctrica a nivel mundial, la cual se firmó por organizaciones internacionales y empresas automotrices. 

Durante la COP24 en Polonia 2018, México firmó la declaración “Driving chance together” para lograr un transporte sostenible e impulsar el desarrollo de la electromovilidad, implementando políticas, incentivos, colaboraciones internacionales y el desarrollo tecnológico. 

En el acuerdo de Glasgow de 2022, México suscribió la declaración para la promoción de vehículos eléctricos desde el gobierno, instituciones financieras, manufactura, sector privado e inversores, con la meta de que todos los automóviles nuevos que se vendan en el mundo a partir de 2040 sean de cero emisiones. 

En cuanto a la legislación mexicana se tienen avances en la acción climática. Por un lado, se tiene la Ley General de Cambio Climático que establece facultades a SEMARNAT para instrumentar las políticas de mitigación al cambio climático para el logro de las metas de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) y de carbono negro (CN), y el Programa Especial de Cambio Climático 2021-2024, como parte de la planificación del desarrollo de tecnologías en bajo carbono y para promover proyectos de transporte público y de carga local de bajo carbono. 

La sinergia entre los actores que involucran el proyecto de movilidad eléctrica es fundamental para crear esta realidad y llegar a los objetivos planteados en cada uno de los acuerdos en los que México está inmerso. Los proyectos que se han estado planeando e implementando desde 2018 a la fecha se han desarrollado en la Ciudad de México, Monterrey, Hidalgo, Jalisco, Estado de México y Puebla. 

En el 2018 se creó el primer documento de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica (ENME), y en septiembre de 2019 se realiza un 2° borrador. A lo largo de la pandemia y tras algunos retrasos, se reactivó el grupo de trabajo, y es hasta diciembre de este año 2022 que se firmará y publicará. Dicho trabajo se alinea con los planes y la visión de desarrollo energético del país.

La ENME se compone de cuatro ejes sectoriales, que atienden las necesidades particulares por tipo de transporte: transporte público; transporte de carga, vehículos ligeros y motocicletas; y movilidad alternativa. Asimismo, la ENME desarrolla cuatro ejes transversales que en líneas de acción que inciden en todos los tipos de transporte: infraestructura; coordinación interinstitucional; impulso a la investigación y desarrollo de capital humano; y comunicación y difusión. 

Para que se asegure su cumplimiento cada eje cuenta con líneas de acción e indicadores de seguimiento. Se conforma por 5 grupos de trabajo especializados, donde a cada uno se les envía un plan de trabajo que impulse la identificación de sinergias y la inclusión de nuevas actividades que ayuden a promover la movilidad eléctrica en el país.

La movilidad eléctrica en los contextos de la transición y la eficiencia energética 

 

Mtro. Javier García Osorio 

Director de Movilidad y Transporte, CONUEE 

México tiene una buena posición dentro de la producción y oferta en cuanto a los indicadores energéticos a nivel mundial; tiene un tamaño considerable de intensidad energética. El 39% de toda la energía de consumo final en el país está destinada al transporte, el 92.5% de la energía en el transporte se consume a través de ruedas de caucho, y el 90% de la energía en el transporte se consume a través de la electricidad. 

La CONUEE, la CRE, la CFE y el INEEL, están trabajando para mantener una seguridad energética en la parte de la electromovilidad, y se piensa en el desarrollo de nuevas alternativas tecnológicas tomando como modelo a Alemania, donde ya se han probado varias de las mismas. México se está enfocando en vehículos eléctricos y vehículos híbridos, pero hay otras tecnologías que se tendrán que ir trabajando, como el uso de biogás, biodiesel, bioetanol, gas natural artificial, combustibles sintéticos líquidos, entre otros. 

Dentro de la generación eléctrica, la tecnología predominante es el ciclo combinado. En lo que respecta al sector público, el 73.4% del total de la energía generada corresponde a CFE, de la cual el 74.2% se realiza mediante el uso de hidrocarburos. De lo anterior se explica la importancia de identificar nuestra matriz energética y la capacidad de producción de energía limpia. 

En esta gráfica se identifica la energía limpia y la energía fósil generada en el país, donde el 91% proviene de las hidroeléctricas y la nucleoeléctrica. 

Con respecto a los vehículos eléctricos, más del 60% de estos se concentran en la Ciudad de México, Jalisco, Estado de México, Nuevo León, Puebla y Sinaloa. Una de las soluciones que va dando la electromovilidad es que en las ciudades más densas es donde se pueden tener más mecanismos para promover estaciones de carga. 

De la venta de automóviles con esta tecnología, a abril del 2022, el 80 % son híbridos, 11% eléctricos y el 9% vehículos híbridos plugin, por lo que se prevé que esta transición hacia el vehículo híbrido en México va a tener una duración mayor que en muchos otros países. CFE deberá también atender la demanda de cargadores para estos autos. 

En el contexto global, China tiene la mayor parte de cargadores públicos de carga rápida, sin embargo, mientras no haya un adelanto tecnológico en baterías que no se deterioren más rápido con una carga rápida que con una carga normal, habrá muchos desechos de batería. México debe anticiparse a este escenario, para el cual ya se está trabajando. 

Se puede observar la venta y participación del mercado de automóviles eléctricos en una comparativa de China, Europa, Estados Unidos y el resto del mundo, de 2015 hasta el 2018. 

Los principales retos y requerimientos de los vehículos eléctricos son: 

  • Motores eléctricos para el tren motriz.
  • Sistemas electrónicos de control y potencia, y fabricación de circuitos integrados con semiconductores
    para ellos.
  • Sistemas de baterías.
  • Nuevos materiales más ligeros para componentes tradicionales del auto.
  • Proveedores de servicios y equipos de apoyo como las estaciones de recarga.
  • Proveedores de nuevas materias primas clave.
  • Aumento del uso de componentes plásticos.
  • Nuevos materiales como la fibra de carbono y las aramidas.

Los principales impulsores del desarrollo de la movilidad eléctrica son: se extiende muy rápido; las tecnologías avanzadas bajan los costos; la IA anuncia mayores intenciones de un mercado electrificado; y la aparición de nuevos actores en escena.

El dominio de un grupo limitado de países en la materia no ha obstaculizado que México busque una soberanía energética, todo esto en pro de una transición que beneficie a toda la sociedad. 

 

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