En la voz de… Mtra. Aurora Tenorio SRE

Aurora Tenorio es Maestra en Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, por la Universidad College London. 

Con más de 9 años de experiencia en diseño de soluciones e implementación de proyectos y logística para el transporte y eficiencia energética en empresas trasnacionales, startups y organizaciones sin fines de lucro. 

Actualmente funge como Coordinadora de Energía e Infraestructura en la Dirección General de Impulso Económico Global, es la encargada de gestionar los proyectos de energía e infraestructura y lidera la coordinación del Grupo de Trabajo para la Electrificación. 

Belén Licona, doctorante en Seguridad Internacional por la Universidad Anáhuac. 

Tiene 8 años de experiencia en el sector público y privado en temas de economía, urbanos y consultoría legal, migración y derecho internacional. 

Miembro del programa de jóvenes del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI) en donde forma parte de la mesa directiva. 

Actualmente funge como Coordinadora de Energía. 

Estado y retos para el capital humano en la electromovilidad en México 

La industria automotriz en México en la transición hacia la electromovilidad debe tener como pilar su capital humano, quienes son la base que sostiene a este sector y en una época de cambios no pueden quedarse atrás. Por ello, una de las acciones clave a tomar es integrar a los trabajadores a las nuevas tendencias en el sector y en la implementación de avances tecnológicos en la producción de autos eléctricos.  

Alcanzar una continua capacitación del personal y hacer frente a los grandes desafíos que una industria cada vez más global e integrada plantea a las cadenas de valor internacionales, a los requerimientos de innovación tecnológica a la adaptación de nuevos patrones de consumo y regulaciones. 

Por ello, el Grupo de Trabajo para la Electrificación del Transporte, llevado a cabo de manera conjunta por la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Universidad de California a través de una iniciativa binacional de México y Estados Unidos – integrada por actores de triple hélice en la que se incluye tanto a la industria, la academia y el gobierno – se unieron para identificar cuál es el estado y los retos que presenta el capital humano en la electromovilidad en México. 

Siendo este uno de los ejes del Grupo de Trabajo, se puso especial énfasis en identificar un diagnóstico de la industria automotriz eléctrica de manera particular respecto al personal que forma parte de sus procesos productivos. Con el fin de que la fuerza laboral actual y la que se integrará en un futuro cuenten con las condiciones laborales y capacidades para contribuir al país y sea líder en este sector, representando una cantidad importante de empleos. 

Como resultado la academia, la industria y el gobierno identificaron que los principales retos para la transición hacia la electromovilidad se encuentran en aspectos específicos como oferta laboral especializada, condiciones laborales e inclusión en la industria y colaboración internacional. 

Respecto a la oferta laboral, esta transición a la electromovilidad revela la necesidad de un mayor número y disponibilidad de personal especializado, lo que significa aumentar la capacitación en disciplinas académicas como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, así como en carreras técnicas con conocimientos especializados en esta materia.  

De igual manera, es necesaria la actualización de programas de estudio a nivel de grado y posgrado de acuerdo con las nuevas tendencias en la industria. 

Actualmente, instituciones de educación media superior y el sector privado están en búsqueda de colaboración para lograr estrategias de capacitación y actualización del capital humano. Lo anterior, toda vez que la industria ha considerado que los programas educativos están alejados de las necesidades de su sector.  

Asimismo, es importante destacar que uno de los mayores retos dentro del sector automotriz en México es que existe una baja participación de mujeres en la fuerza laboral. Como demuestra el Censo Económico “Los hombres y las mujeres en las actividades económicas” del INEGI de 2019, se señala que en el subsector “Fabricación de equipo de transporte” los hombres representan el 63.5% del personal ocupado, mientras que las mujeres el 36.6%. 

Por otro lado, muestra que en el subsector “Comercio al por menor de vehículos de motor, refacciones, combustibles y lubricantes” el 72.3% de las personas ocupadas en este subsector son hombres y solamente el 27.7% mujeres. Durante el Grupo de Trabajo se mencionó que esto se origina por diversas razones tales como falta de diversidad e inclusión; falta de equilibrio entre la vida personal, el trabajo y horario poco flexible.  

De igual manera, este bajo porcentaje de mujeres en la industria se refleja en puestos directivos a nivel global. De acuerdo con datos de la firma Catalyst, en 2018 sólo había 16 mujeres representando el 8% en puestos de alta dirección de las principales empresas del sector automotriz listadas en Fortune Global 500. 

La mejora de condiciones laborales, un tema primordial dentro de esta transición beneficiará al capital humano en general para gozar de mejores sueldos, oportunidades y capacitaciones y contribuirá a que un mayor número de mujeres forme parte de la fuerza laboral en la industria automotriz. Es necesario resaltar que no puede quedarse fuera de la agenda de la transición. 

Otro tema que se ha posicionado como uno de los retos principales versa sobre la colaboración internacional y la integración regional del sector, siendo este un factor clave a tomar en cuenta en la transición hacia la electromovilidad en México y Estados Unidos. En ello, se observó la necesidad de incentivar la formación de personal en instituciones en ambos países, con el objetivo de consolidar un capital humano regional especializado.  

Sobre este punto en particular, el sector académico y la iniciativa privada plantearon que es necesario desarrollar programas binacionales en donde participen ambos sectores para orientarse hacia la formación de personal y apoyar la transición hacia la electrificación del sector automotriz. Esto se considera junto con la creación de un centro de aprendizaje regional que consolide el desarrollo del capital humano en virtud de la naturaleza regional y global de esta industria.  

Para lograr ese resultado, es necesario fortalecer la colaboración entre los hubs académicos y la industria, con el fin de facilitar la vinculación regional y la coordinación de programas de estudio que detallen las necesidades del sector en ambos países.  

En este contexto nacional e internacional, el diagnóstico de las condiciones del capital humano en la industria automotriz en México nos muestra la necesidad de una estrategia integral de administración de personal de acuerdo con las nuevas características y condiciones del sector. 

Por la naturaleza de esta transición, se propone que un esfuerzo coordinado entre iniciativa privada, la academia y las oficinas especializadas de gobierno de distintos ámbitos jurisdiccionales, incluso internacionales, para formular e implementar medidas en las que el capital humano tenga el primer lugar en relevancia.